Cuando árabes y negros hacen campaña para la derecha blanca

“Por mi parte, creo que los pueblos negros son ricos en energía, en pasión, que no les falta ni imaginación ni vigor, pero que esas fuerzas sólo pueden marchitarse en organizaciones que no les son propias, hechas para ellos, hechas por ellos y adaptadas a fines que sólo ellos pueden determinar”./1 Aimé Césaire.

 

“Devolvednos Bobigny” es el slogan, de lo más simbólico, de la lista de derecha para las elecciones municipales en Bobigny, encabezada por Stéphane De Paoli y apoyada por el Alcalde y Diputado de Drancy, Jean-Christophe Lagarde. Hace tan sólo un mes De Paoli era un completo desconocido; han bastado unas pocas semanas para que su nombre se convierta en el emblema de la contestación anti-PC en Bobigny.

“Devolvednos Bobigny” es un grito de rabia, un slogan político que dice mucho sobre el sentimiento de desposesión de la juventud de la ciudad. El slogan ha sido pintado sobre el cemento de la zona Paul Éluard, en pleno centro de la ciudad. Un cemento en el que está grabada la violencia que se nos infiere, nuestra rabia por ser relegados sin cesar a un segundo plano, por ser invisibilizados en los centros de decisión de la ciudad, por ser utilizados sólo con ocasión de fiestas y galas de danzas hip-hop, y finalmente nuestra rabia por seguir siendo considerados todavía como sujetos coloniales, seres inferiores. Es la misma rabia que llevó a los participantes en la Marcha por la Igualdad de 1983 a manifestar su rechazo del racismo, de los crímenes policiales, la reivindicación de ser tratados como ciudadanos lambda. Ese movimiento por la Igualdad habría podido generar uno o varios partidos autónomos, herederos de la Estrella norteafricana y del Movimiento de los trabajadores árabes (MTA), estructurados a partir de una sólida ideología que retome los principios de Fanon y de Malcolm X, una ideología que pone en el centro nuestra dignidad y nuestra liberación. Pero no, en lugar de eso la izquierda socialista lo utilizó para crear SOS Racismo, para encauzar y desagregar el movimiento de la inmigración, para neutralizar su autonomía y su filo radical.

Y han continuado los crímenes policiales, y se han multiplicado los controles en base al aspecto físico, y el derecho de voto de los extranjeros se ha vuelto un sueño cada vez más improbable… Y llegó el 11 de setiembre, la ley de 2004 contra el velo, la invasión occidental de Irak, las innumerables intervenciones francesas en Africa/2, y como siempre la colonización de Palestina, la negrofobia y la islamofobia. Y el PCF aún más que nunca anclado en Occidente, replegado sobre sí mismo, tan cerrado como siempre en su campo de visión economicista de la sociedad, incapaz de dar un paso hacia el indígena, de comprender que la lucha de clases en su acepción eurocéntrica no es nuestra prioridad, sino la cuestión de la dignidad, el Karama, que es esencial porque cristaliza los siglos de pisoteo colonial cultural e identitario. El militante blanco de izquierda, por muy sincero que sea, por más que haya leído a Fanon, no comprenderá que mi madre se pudiera sentir orgullosa al ver en la tele a Rachida Dati cuando fue nombrada Ministra de Justicia, no comprenderá que a mi madre le importase un bledo que fuese de derecha o de izquierda, que es una cuestión de dignidad: ¡ver a una mujer árabe bien vestida y hablando bien es recuperar un trozo de dignidad! Ese gauchiste [izquierdista] me reprochará que “esencializo” a mi madre y a mi comunidad, y por tanto a una parte de mí mismo, porque yo también, instintivamente, pienso como mi madre. Porque mi madre me transmitió en lo más profundo de mi ser, en mi inconsciente más arcaico, la idea de que estamos aplastados, inferiorizados, humillados, por el hecho de ser árabes. Y que estar en la tele vestida de traje, debatir de política y dominar la lengua francesa como los franceses, es el mayor éxito posible, ¡aunque sus planteamientos vayan “objetivamente” contra los míos”! Es la división racial que no quieren comprender los gauchistes, pero que ha comprendido bien la derecha, en todo caso una parte de la derecha, la de Lagarde.

¿Pero quiénes son esos árabes y negros que han hecho campaña por la derecha en Bobigny?

Son aquellos que tuvieron el inmenso coraje en 2008 y 2010 de crear listas autónomas en las elecciones municipales y, después, en las regionales. En 2008, la lista independiente LIBR sólo obtuvo un escaso resultado electoral en la ciudad. Después, en 2010, se presentó la lista Émergence [Emergencia] en Bobigny (y también en Bondy, Fresnes, Sevran, Massy y otras ciudades de los alrededores de París –Île de France). No se situaba ni a la derecha ni a la izquierda, sino fuera del campo político blanco. Las reivindicaciones eran sobre todo las de igualdad. Pero una vez más el éxito no acudió a la cita. La energía desplegada en crear la autonomía fue demasiado grande a la vista de los escasos resultados. Los árabes (porque los autónomos de Bobigny son principalmente árabes) habrían podido continuar pensando y construyendo la autonomía, como sus hermanos de Bondy o de Fresnes, pero renunciaron. ¡Cedieron y pactaron con la derecha blanca! Han llevado a cabo una campaña ofensiva como nunca antes se había visto en la ciudad. Nunca habíamos tenido tantos carteles pegados en Bobigny, en todas partes, en todos los barrios, en todas las zonas, en todo el centro de la ciudad, nadie podía escapar al violeta del cartel de De Paoli. Asociado a este rostro, el slogan era “Devolvednos Bobigny”. Y sin embargo había una especie de desajuste evidente para todos, un desajuste que salta a la vista, este “nosotros” a quien hay que “devolver Bobigny” no corresponde a ese cincuentenario blanco de traje y corbata. Tomando un poco de distancia, podemos darnos cuenta que se trataba de una burda estafa. Los bachilleres de Bobigny se burlaban ya de ese viejo tecnócrata y comenzaron a hacer a circular en las redes sociales el comentario: “Votadme y os la meteré bien profunda”.

En “Devolvednos Bobigny”, ¿a quién debe ser devuelto Bobigny? ¿Cuál es ese “nosotros” en que se reconoce la mayor parte de los balbinianos [habitantes de Bobigny]? Ese “nosotros” es ante todo árabe y negro, es musulmán, es también indio y asiático, es la mujer con velo, es el padre de familia que trabaja en la fábrica, es el chibani [palabra árabe argelina para denominar “viejo”] jubilado que escapó a la batida policial del 17 de octubre de 1961. Queremos que nuestro alcalde se parezca a sus habitantes. Queremos una mezquita, una de verdad, para rezar. ¡Estamos hartos de ser amontonados como ovejas en gimnasios el día del Aid [Fiesta Grande de los musulmanes]! ¡Hartos de ir de ocupas a las mezquitas de Bondy, Drancy o de Blznc-Mesnil, llenas hasta rebosar! ¡Hartos de que la ciudad se decore sólo para Navidad y no durante el mes de Ramadan que tres cuartas partes de la ciudad respetan! Queremos carne halal en el comedor. Queremos que las mujeres que llevan velo tengan acceso a la escuela y al trabajo sin discriminación. Queremos un barrio limpio y queremos que las escuelas y los colegios tengan más medios, más profesores, vigilantes, material, para que nuestros hijos logren su escolaridad. Queremos una ciudad que se nos parezca y que nos respete.

La derecha de De Paoli y Lagarde ha comprendido todo esto mejor que el Partido Comunista Francés, que sigue anclado todavía en su viejo “chovinismo inconsciente”, como decía Césaire a Thorez ya en 1956. Las estadísticas lo demuestran:

– En la lista municipal PC encabezada por la alcaldesa saliente, Catherine Peyge: 14 indígenas entre 43 candidatos.

– En la lista municipal UDI y varios de derecha encabezada por De Paoli y apoyada por Lagarde: 27 indígenas entre 43 candidatos, entre ellos dos mujeres con velo.

La derecha de De Paoli y Lagarde ha entendido esta necesidad de visibilidad: habrá dos mujeres con velo en la lista de los 43 candidatos a las municipales, y de ellas Kahina Airouche será nuestra teniente de alcalde, la primera mujer teniente de alcalde con velo en toda Francia. ¡Había que hacerlo y la derecha lo ha hecho! Ninguna mujer con velo del lado del PC. Como bien lo ha dicho Houria Bouteldja, ¡la izquierda ni siquiera sabe ser oportunista!

Hagamos ahora un pequeño recorrido a las sesiones de apoyo de las dos listas, celebradas con algunos días de intervalo, en la misma sala municipal Pablo Neruda, en el centro de la ciudad de Bobigny.

En el mitin de la lista “Devolvednos Bobigny”, la sala estaba en modo “gran coloquio político”. Unos trescientos asientos donde los balbinianos oyeron expresarse a los habitantes de su ciudad inscritos en la lista municipal. La sala estaba llena, pero no a rebosar. Estaba todo el mundo, los viejos chibanis, las daronnes [madres, en argot] negras y magrebíes, los jóvenes de mi barrio. Un 90% de indígenas y un 10% de blancos en el público. Aunque yo mismo acudí muy escéptico a este mitin, debo constatar lo serio de esta reunión, eran los míos contando sus problemas, la pobreza, la suciedad, la vivienda, el empleo, aunque no el racismo, ni la negrofobia ni la islamofobia. Es seguramente el precio a pagar cuando uno se alía con la derecha. Y aunque lo hubieran citado, Lagarde no habría tenido nada que reprocharse: habría respondido que era uno de los pocos, muy pocos electos, que votaron contra el proyecto de ley sobre los símbolos religiosos en 2004.

Durante el mitin, se repitió que esta lista no era ni de derecha ni de izquierda, que era sólo la oposición, una oposición ciudadana, “por encima de las diferentes convicciones políticas, filosóficas y religiosas”. Aunque en el fondo todos lo saben: es la derecha, es la UDI, la derecha, y ya está. Y en realidad todo el mundo en el barrio lo sabe, pero prefieren mentirse porque todavía no asumen el votar a la derecha.

Para acabar la sesión, Jean-Christophe Lagarde, el verdadero arquitecto de esta lista, hizo un discurso sublime de inteligencia. Si hubiera un jurado para recompensar al mejor político en las municipales de 2014, el óscar se lo llevaría Lagarde. ¡El sabe hablarnos! Es espantoso. Ahí va un corto extracto:

“Tanto en el PC como en la UMP y en TF se han acostumbrado a que bajéis la cabeza, a que os instrumentalicen, a que os utilicen, a que os encierren […] En vuestra ciudad hay mucha gente encerrada, vapuleada, traicionada. Habláis tan bien como mucha de esa gente de la tele, pero conocéis mejor que ellos la ciudad. Esta tarde he oído muchas verdades, y Dios sabe el tiempo que os ha costado decirlas, formularlas, defenderlas, no renunciar ya a ellas, ¿no es cierto? Os ha costado tiempo porque aquí hay una estafa: ellos [el PC] son los amables y están ahí por vosotros, pues no, os toman como rehenes porque cuanto peor os va a vosotros mejor les va a ellos, así es como viven desde hace noventa años, ya es hora de que os levantéis y que os encarguéis de vuestros asuntos, y lo vais a hacer. Hay gente aquí que dice: ¿pero vamos a saber encargarnos de nuestros asuntos? Desde luego que sabréis hacerlo. En todo caso, francamente son tan inútiles que no podríais hacerlo peor. La verdad, Kahina, y esto es lo que importa, tú representas realmente a esta ciudad. No es un problema de derecha o de izquierda, no es un problema de derecha o de izquierda saber que no queremos más ratas en Bobigny, y es el colmo, porque nada más fácil de hacer que la desratización, y podéis estar seguros de que si votáis por nosotros el próximo 23 de marzo ya no habrá más ratas en Bobigny. No es tan complicado conseguir que los alquileres sociales no están reservados sólo para los amigotes y los comunistillas. No es complicado poner el comedor gratuito como se ha hecho en Drancy, es algo increíble, yo que soy un cerdo derechista he dado a todos los niños de mi ciudad el derecho a comer una comida equilibrada y gratuita, cualquiera que sean sus creencias o sus dificultades, y todavía tengo que oir que yo soy el cerdo y ellos los sociales, ¿pero de quién se están burlando? Bobigny es una ciudad dos veces más rica que la ciudad de Drancy, ¿qué hacen con vuestro dinero? Ya no oiremos más esos discursos lánguidos de “te vamos a ayudar”, la gente de aquí no necesita ser ayudada. ¡Lo que necesita es ser liberada!

Un estruendo de aplausos siguió a este discurso. Lagarde nos comprende mejor que Catherine Peyge, alcaldesa saliente, sin ninguna duda. Expresa nuestra rabia por no ser escuchados, la necesidad de liberar la palabra, nuestra desconfianza hacia la izquierda que nos quiere tanto que se calla, o así lo parece. Critica tanto a UMP como al PC o a TF1, es el genio de Lagarde. Viene a tendernos la mano. Es el amo blanco que viene a decirnos “yo os comprendo”. Y nosotros, los indígenas, cerramos los ojos ante su pertenencia a la derecha y consumamos nuestra unión con él.

Y sin embargo el programa de De Paoli/Lagarde se mantiene claramente a la derecha, sobre todo en dos puntos:

– la puesta en marcha de la video-vigilancia, la llamada “video-protección”, y el despliegue de una policía municipal para hacer reinar el orden:

– la promesa de cerrar los campamentos de gitanos. Y tengo que confesar que me avergüenza, los negros y los árabes de mi ciudad, mayoritariamente, quieren echar a los gitanos. Los mismos discursos que tenían los blancos respecto a árabes y negros se oyen hoy día en boca de quienes han subido un peldaño en la escala racial: “los gitanos son sucios”, “son ladrones”, “Peyge quiere darles viviendas en nuestro edificio, eso sí que no…”, etc., etc. Y la derecha, fiel a sí misma, promete desalojarles. ¡Qué vergüenza para los míos, qué vergüenza para nuestra historia, qué vergüenza nuestra ceguera! ¿Habrán olvidado los argelinos que hace apenas unas décadas éramos más de cien mil repartidos en miserables barrios de chabolas en Francia? Los árabes y los negros hacen hoy la guerra a los gitanos para distinguirse de quienes están todavía más abajo que ellos en la escala racial. Es la ocasión de golpear a uno más débil. Lo hacen junto a la derecha blanca, la que en el fondo se ríe de nuestra división entre indígenas.

Después de este extraordinario golpe de mano, después de esta liberación momentánea de la palabra de los indígenas –ciertamente, bajo el control de la derecha blanca–, el PC habría podido intentar responder en el mismo terreno, hacer política. ¡Pero no, nada de eso, una vez más no han entendido ni jota, totalmente occidental!

El mitin “Bobigny, ciudad comprometida en la Igualdad”, de Catherine Peyge, parecía una fiesta de barrio, con música hip-hop, clásica, argentina, malabarismos y danzas. Algunos discursos de sindicalistas bien gauchos [de izquierdas] venidos a agradecer a los electos de la ciudad por su apoyo a las luchas de los funcionarios y de los obreros en las escuelas y en las fábricas, y después una joven militante árabe recién reclutada en el PS/3 que venia a dar coba y a decir riendo a carcajadas “¡Viva el PS!”, como si se tratase de un juego.

Sólo había unas decenas de asientos para las personas mayores y minusválidas, los demás estábamos de pie contemplando el espectáculo, esta puesta en escena inocente e ingenua frente a tantos retos y tanto sufrimiento. Es verdad, el PC parece burlarse de los balbinianos, cuando no hace ninguna consideración seria sobre la violencia cotidiana, la violencia de las relaciones sociales, el hagra [miseria] vivida por nuestros padres, el fracaso escolar, los apuros de los jóvenes.

Si ignorase la historia de la República francesa y la historia del PCF y me contentara únicamente con estos dos mítines a la hora de votar, si dudarlo habría dado mi voto a Lagarde digo a De Paoli, perdón por el lapsus. Sin dudarlo, habría dado mi voto a quienes reconocen los problemas de mi ciudad, quienes saben el agobio que se vive aquí, a quienes dicen algo sobre el sufrimiento y el racismo institucional. ¡Pero sé lo que es el Estado francés y lo que es el PCF! Sé que el Estado francés (de derecha o de izquierda) ha colonizado a mis abuelos en África, sé que ha esclavizado a los míos, sé que ha hecho trabajar a mis padres como animales en las fábricas, sé que continúa saqueando mi país en África, sé que ha organizado razias contra los míos, sé que es la punta de lanza del vampiro capitalista, sé que es el neocolonialismo. Y sé que el PCF ha tenido militantes que han arriesgado su vida para apoyar la lucha de los míos contra el colonialismo, sé que son mis aliados contra el imperialismo, sé que a pesar de todos sus malditos defectos –y ante todo su paternalismo– muchos de sus militantes luchan al lado de los sin-papeles. No olvido todo esto. Y les reprocho que no hayan considerado seriamente las luchas indígenas autónomas de 2008, que hayan intentado aplastarlas porque no eran a su imagen. Les reprocho haber pensado ante todo y en primer lugar en su partido y en sus ideales, que consideran universales. Habrían podido arreglarse con los indígenas. Habrían podido dejar de lado su laicidad de cuatro chavos, sus “valores de la república”, habrían podido tener en cuenta las aspiraciones de las comunidades balbinianas, y habríamos podido compartir la alcaldía con ellos. Pero no /4.

Así pues mi ciudad Bobigny a pasado a la derecha gracias a los indígenas. Hemos puesto fin a 95 años de comunismo. Y me da tristeza ver partir de mi ciudad a los comunistas, a mis mejores adversarios, y entre ellos al teniente de alcalde Abdel Sadi, tan apreciado aquí. Qué dolor tener que aceptar que la derecha va a ocupar en adelante la alcaldía. Pero sobre todo se me atraganta la cólera, mi cólera contra esta izquierda blanca, paternalista y encerrada en sí misma. La derecha local ha sabido adular a los jóvenes árabes y negros llenos de rabia, porque es más inteligente, más astuta y menos laicista. En lugar de perseverar en la construcción de la autonomía, se ha abierto la página del clientelismo indígena con la derecha local, y estoy seguro de que nos llevaremos un buen sopapo. “Nos la meterá bien profunda”, como dicen los jóvenes bachilleres de mi ciudad, los futuros actores políticos de Bobigny.

Acabaré citando a Houria Bouteldja:

Su error [de los indígenas] no es liberarse de la izquierda. Su error es pasar de un amo a otro. Cambiar de tutor. Su error aquí ha sido preferir la facilidad. Huir de los senderos de la autonomía /5.

02/04/2014

 

Aya RAMADAN, Miembro del PIR

 

Aya Ramadan es miembro del PIR, Partido de los Indígenas de la República, que se inscribe en la continuidad del “Llamamiento de los indígenas de la república”, publicado en enero de 2005, y del movimiento que surgió de dicho llamamiento, el MIR (Movimiento de los Indígenas de la República). El congreso constituyente del PIR-Congreso Malcom X tuvo lugar en febrero de 2010.

[Bobigny es un municipio francés, de 48 000 habitantes, situado en el departamento de la Seine-Saint-Denis, en el “cinturón rojo” de París. En las recientes elecciones municipales, la alcaldía, que había estado en manos del PCF desde hace más de 95 años, ha pasado a manos de una coalición de derechas.

Jean-Christophe Lagarde, dirigente de la derechista UDI y alcalde de Drancy desde 2001, en el mismo departamento que Bobigny, arrebató la alcaldía al PCF que la tenía desde hacía 66 años. En las elecciones legislativas de 2002, se presentó en la circunscripción Drancy-Bobigny y arrebató dicha circunscripción a la izquierda por primera vez en 70 años. Ndr]

 

Traducción: Sábado

Source

Le texte en français: Bobigny 2014 : quand les Arabes et les Noirs font campagne pour la droite blanche.

Notas

1/ Tomado de la Carta a Maurice Thorez, escrita por Aimé Césaire en 1956 a Maurice Thorez, entonces secretario general del Partido Comunista Francés. Se trata de una carta de dimisión

2/ En Comores, Ruanda, Somalia, Camerun, Congo-Brazzaville, Costa de Marfil, Chad, tan sólo en la década de los 90.

3/ El PC se ha aliado al PS en esta lista, ¡a pesar de la política racista y neocolonial de este partido en el gobierno!

4/ Pido a esta izquierda, y en particular a la izquierda balbiniana, a la señora Peyge y a sus concejales, que mediten sobre esta cita de Sadri Khiari:

Para la izquierda, la cuestión no está en renovarse ni en ser más radical dentro de una matriz que no cambia, sino en emprender en su propio seno una verdadera revolución cultural. No dudo de la generosidad de algunos de sus componentes, pero en política la generosidad nunca está muy lejos del paternalismo, ni este último de la dominación. Tendrán que romper con la ilusión de su propia universalidad, como tendrán que aprender también que no es la expresión de un mismo pueblo de los oprimidos sino una expresión, entre otras, de un privilegio blanco que debe aprender a combatir si aspira a hacer concebible una alianza política entre las clases populares blancas y las clases populares procedentes de la inmigración, en torno a un proyecto susceptible de sentar la soberanía efectiva de un pueblo que es a la vez uno y múltiple”. Khiari S. (2013), “Le peuple et le tiers-monde”, en Badiou A., Bordieu P., Butler J., Didi-Hubereman G., Khiari S., Rancière J. (2013), Qu’est-ce qu’un peuple, La Fabrique, Paris, p. 135.

5/ “Dieudonné au prisme de la gauche blanche ou comme penser l’internationalisme domestique?”, Houria Bouteldja

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